Ruth Ana López Calderón

miércoles, 2 de mayo de 2012







Nombre: Ruth Ana López Calderón
País: Bolivia
Fecha de Nacimiento: 10 de Febrero de 1968
Web/Blog: http://ruthanalopezcalderon.blogspot.com/2011/03/naufragio.html

MINI ESBOZO BIO-BIBLIOGRÁFICO

Ruth Ana López Calderón, nació en Sucre-Bolivia el 10 de febrero de 1968. Es Secretaria Ejecutiva. Comenzó a escribir a fines del año 2010 por algún extraño impulso. Es autodidacta. Varios de sus poemas han sido publicados en las revistas: Almiar, Avenida Los Escritores, Inventiva Social, Revista Patrimonio Cultural de Chile, Gaceta Literaria, Revista Guatiní, Morsadice, Museu Pós-Moderno De Educación (Brasil) y en la revista Para Ellas de Bolivia.




NO ES FÁCIL


La noticia llega -una mañana- cualquiera,

con asombro en la cara, con incrédula,

y temerosa,

con el consultorio médico tornando

a fragmentar la vida,

las ilusiones de los sueños como anestesiados

y escombros giran y caen

en derredor

como urna muda

y la ira camina el corazón que encoge

que no digiere y se niega

al veneno cuando corroe

las entrañas en momentos subvertidas

con miles de pinceles que esbozan sin color

el lienzo futuro de mortaja:



y donde había mariposas, desaparecen

y las flores y los pájaros se han echado a volar

y toda la noche nausea su nuevo aroma de fétido

de agónica carne

de huesos que velan,

entierran y lloran sus astillas

sus macabras rondas cruzadas:

hilando del destino con la muerte ansiosa

cogiendo la mano y acariciando la espalda.



Y ahí quedamos, ahí, acongojados,

ahí agonizando, ahí en la tortuosa espera,

la certidumbre de la próxima hora

ahí,

ahí cuando oprime la garganta

hasta producir el tono mortecino de la piel.



No, no es fácil



aceptar esas palabras:



"no queda más por hacer"



Y el pensamiento estalla

Y lo absorbe la locura

Y fragmenta la cabeza,

Y desorbita el alma.



Las sensaciones: escupen

pero no calma

debaten

pero no calma

niegan

pero no calma:



cómo iniciar carrera a ciegas

hacia la nada

que te triza y machaca.



Días grises, de un cielo ajeno, se suceden.

Un brazo extendido de la noche abraza con frío.

Ese que antes era dulzura:

y vamos peregrinos por tinieblas

navegando un mar que atrapa a la deriva.



Comienza el cuerpo su abandono.

Y el espíritu, su rebeldía.

Y gritan , y se cenizan

y claman -un poco más de tiempo-

un poco más

de tiempo

un poco más.



O enmendar errores,

o pedir perdón

o volver a engullir el chocolate prohibido

y mirar en calma la rosa

y correr detrás de la paz del alma,

a escondidas en el bosque de bayas

donde quedamos atrapados,

donde punzan las espinas

donde contamos gotas

y minutos que marcan de sangre

el reloj de un tiempo que se agota enrojecido.



No, no es fácil mirar otra vez el mundo

si ya no son los mismos ojos de antes:



Si mudos de dolor y de furia

de catacumbas donde la belleza quedó como

cráneos vacíos para el regocijo de turistas

y lo que hace tic tac es el horror:



Tic tac:

noches de pesadillas

Tic tac:

grietas en la cama

Tic tac:

el techo quebrado en dos

Tic tac:

los pies hundidos en lo oscuro

Tic tac:

el abismo en los lamentos.



De la actuación, aprender

representar distintos

en diferentes escenarios

y detrás de la máscara

escondidos

el sufrimiento y la agonía

perforan la piel, la propia máscara

milímetro a llanto

y sudamos fríos centímetros

de sangre.



No. No es fácil recluirse

en santuario inmaculado

a pensamientos inmaculados,

cuando se respira infamia,

y los instintos paranoicos,

esquizofrénicos deseos, devastados,

arrastrando sus pedazos

hasta quedar quieta tiritando en un rincón,

y esperando, y esperando,

y esperando.



No, no es fácil.



Ruth Ana López Calderón

24-02-2011

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